Bioinnova lidera tercera jornada de compartir mercados en Quibdó

Familias vulnerables de 20 barrios de la ciudad de Quibdó (donde habitan grupos étnicos Indígenas y Afrodescendientes) se vieron beneficiadas con la tercera jornada de compartir mercados, encabezada por el Centro Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación para el Desarrollo Productivo, Sostenible de la Biodiversidad en el Chocó – Bioinnova.

A esta nueva jornada se unió la Universidad Tecnológica del Chocó, a través del programa de Trabajo Social liderado por el jefe de programa Jarinson Palacios, y funcionario de la organización inglesa Partnerships For Forests – P4F.

En nombre de la directora de Bioinnova – Adriana Elisa Parra Fox- agradecemos fraternalmente a nuestros nuevos aliados y a los empresarios de Productos del Campo San Gregorio S. A. S. quienes han enviado recursos para llevar a feliz término cada una de las jornadas ejecutadas.

Esta tercera jornada tuvo lugar en el parqueadero del supermercado Mercadiario, en el centro de la capital chocoana. 

Las Mesmas tienen una lucha contra el desempleo en Quibdó

Lidia Gamboa evoca a sus ancenstros para argumentar su lucha ambiental: «es que ellos también limpiaban el río Atrato», dice. Ella, junto con un grupo de mujeres recoge puerta a puerta en Quibdó, Chcoó, aceite de cocina para luego reutilizarlo como materia prima para fabricar jabones en barra y líquido, evitando que lleguen a los afluentes.

Desde hace cinco años vio esta oportunidad de negocio en medio de su lucha para contribuir al cuidado del mediomabiente. Lo primero que hizo fue fundar el colectivo de mujeres Las Mesmas (Mujeres Emprendedoras por el Medio Ambiente y Salud), con quienes recorre las calles de Quibdó para recoger el aceite de cocina usado en casas y negocios de comidas rápidas.

La fabricación de los jabones es completamente artenasal, a manos de un colectivo de mujeres, en su mayoría, cabezas de hogar, adultas mayores y víctimas del conflicto en Colombia.

Su labor comenzó en la zona norte de Quibdó y se ha extendido por toda la ciudad. La tarea no es nada fácil, y menos durante una pandemia, pero ellas no desfallecen. 

Una de las principales fuentes de recolección de aceite es la obtención de los recursos sobrantes de las llamadas fritangas ambulatorias -especies de emprendimientos callejeros dedicados a las comidas rápidas-, pero con el freno económico y la cuarentena que ha marcado este año atípico, disminuyeron considerablemente este tipo de ventas y, por ende, la recolección de aceite para fabricar los jabones. 

«A través de la voluntad que tenemos de hacer las cosas, las hacemos, pero necesitamos mercados, lo poco que hacemos es para comprar el material y si podemos vender podemos suplir también otras necesidades», cuenta Libia. 

El trabajo de Las Mesmas cobra mucho más valor si se analizan las cifras, en Colombia se estima un consumo por encima 170 millones de litros de aceite al año, según datos entregados por el Ministerio de Ambiente. De esa cifra, tan solo se recicla alrededor del 35 por ciento. El otro 65 por ciento termina en sifones y desagües con la gravedad de que  un solo litro de aceite usado puede llegar a contaminar cerca de 1.000 litros de agua potable.

Las Mesmas también tienen una lucha frontal contra el desempleo que aqueja a Quibdó, con una lamentable medición de más de 17,9 por ciento, según el último registro entregado por El Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane. Dicho periodo mide la desocupación laboral entre mayo y julio del 2020 en la capital del Chocó. 

Libia es consciente de estas penosas cifras de desempleo: «En este departamento las fuentes de trabajo son muy difíciles y este pueblo lo necesita. La gente vive del rebusque y esto genera fuentes de trabajo y necesitamos apoyo comercial». 

La reactivación económica – después de seis meses en cuarentena nacional y múltiples restricciones comerciales y de circulación- genera gran expectativa entre este grupo de mujeres que espera pronto hacer envíos y nuevas conexiones de mercado. 

La pregunta que surge ahora es, ¿cómo ayudar a estas mujeres emprendedoras? Una de las respuestas es el reciclaje de recipientes plásticos- de varios tamaños- y la recolección del aceite que dejamos de usar en nuestra cocina. Con estas pequeñas acciones apoyamos al emprendimiento local y evitamos contaminar nuestras fuentes hídricas.